LIBRE EXPRESIÓN…

 

 

Por: Carlos Alberto Monge Montaño.

 

 

¿En serio?

 

 

“La moral se esgrime cuando se está en la oposición; la política, cuando se ha obtenido el poder”… José Luis López Aranguren (1909 – 1996) Filósofo español.

 

 

Llegó al Gobierno de Michoacán en medio de una enorme expectativa, había logrado acabar con la hegemonía del PRI y además era de izquierda, pero con el paso de los años creció la decepción y hoy su administración es un referente indudable de la crisis financiera que padece la entidad.

 

 

Su discurso enfático en que sería una administración “diferente y transparente”, finalmente dejó una enorme sospecha de malos manejos financieros, con la consecuente y lamentable opacidad.

 

 

Fue durante su administración y de la mano de su flamante secretario de Finanzas, cuando se contrató el más caro de los créditos a través de una bursatilización, que inició con una deuda de 3 mil 500 millones de pesos y a la fecha se deben más de 4 mil 400, pese a que se han pagado más de mil millones de pesos.

 

 

Se descubrió un fraude en la Secretaría de Finanzas superior a cien millones de pesos, pero el benevolente Ejecutivo estatal, decidió otorgar el perdón a la funcionaria América Aguilar Rodríguez, no así a las personas que usaron para tan lamentable situación. Sí, la perdonó, como si el dinero fuera suyo y no de todos los michoacanos.

 

Se inventó una Contraloría que no sirvió prácticamente para nada.

 

 

En aquellos primeros años del nuevo siglo, llegó a Michoacán la empresa Odebrecht, la misma que goza de pésima reputación internacional y de la que sin embargo, en la entidad no hay investigación alguna, como tampoco por la ejecución de obra pública que hicieron las empresas del cuestionado Carlos Ahumada, el mismo que le entregó los billetes que se embolsó René Bejarano, entonces, el hombre de confianza de Andrés Manuel López Obrador.

 

 

En esos seis años donde por primera vez gobernó la izquierda en Michoacán, creció la inseguridad con sus muertes violentas y secuestros, por lo que se puso en marcha el “Operativo Conjunto Michoacán”, en el marco de la “Guerra” del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa.

 

 

La crisis en materia de inseguridad fue tal, que su director de Seguridad Pública, Rogelio Zarazúa Ortega, fue ejecutado en conocido restaurante de Morelia.

 

 

Durante su mandato, el Magisterio Democrático consolidó su imperio, mientras el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE) logró sus mejores renovaciones contractuales, donde alcanzó incrementos salariales del 12 por ciento, en sólo una negociación, además de algunos otros privilegios. Además, les regaló un bono individual de fin de sexenio por 2 mil 500 pesos, así como la creación de unas mil 200 plazas.

 

 

En la recta final de su administración también regaló notarías, finalmente la ley se lo permitía. Al despedirse de Michoacán para irse a radicar preponderantemente a Washington en el vecino país del norte, dejó una deuda total, es decir, las de corto y largo plazo, superior a 11 mil 800 millones de pesos, según estudio realizado por el Centro Michoacano de Evaluación A.C. (CEMIDE).

 

 

Es considerado un político de buen trato, amable y de eterna sonrisa, que dejó prácticamente en total libertad a su gabinete y que tiene preferencia por el desarrollo y aplicación de programas sociales.

 

 

Este personaje, Lázaro Cárdenas Batel, será el coordinador de asesores del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, quien pareciera, no sólo ha perdonado, sino también olvidó lo que hizo el nieto del General a su paso por Michoacán.

 

 

¿En serio, a usted estimado lector, le genera una buena expectativa su regreso a la política nacional?

 

 

Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
cmongem@hotmail.com