Por: ABySe Morelia/Redacción
Dividir al país en buenos y malos puede generar una inestabilidad indeseable.
Lamentamos que tras las manifestaciones del pasado fin de semana, en las que ciudadanos de más de 75 ciudades y 30 estados demostraron su inconformidad con la manera en que se está gobernando México, se les haya calificado de golpistas y desestabilizadores.
La libre expresión de las ideas es un derecho que tenemos garantizados todos los mexicanos y por ninguna razón, ni siquiera por recomendaciones, se puede intentar limitar que nos expresemos libremente.
Quienes protestaron el fin de semana fue tan solo una parte de la sociedad que hoy en día se siente defraudada y abandonada por un gobierno insensible, que no escucha y que antepone su proyecto personal al bienestar de todas y todos.
Algunas de las razones por las que se han manifestado es por la inseguridad que vive el país. Hasta el día de hoy, en 17 meses del gobierno del gobierno federal, se registraron 50 mil 400 homicidios dolosos. Peor que nunca en 100 años.
Si esos datos no son suficientes para que el presidente de México atienda el problema de violencia, hay que recordarle que del 16 de marzo al 26 de abril fueron asesinadas 347 mujeres y que al momento se registran 10 feminicidios diarios en el país.
No se puede minimizar ninguna manifestación porque cada una de ellas representa el sentir de millones de mexicanos, que hoy tienen miedo por contagiarse de Covid, tienen miedo de quedarse sin empleo, tienen miedo de no cumplir sus sueños y tienen miedo de no tener un ingreso que les permita alimentar a su familia.
Que no se le olvide a quien hoy gobierna que los cambios profundos del país, los que ha impulsado el PRD durante 31 años, han surgido gracias a la protesta, a que no hemos dejado de alzar la voz ante las injusticias y a que se ha combatido cualquier intento de implantar un gobierno autoritario.
Desde el Partido de la Revolución Democrática, hacemos un llamado al presidente de México, a su gobierno y a su partido Morena a atender con empatía y solidaridad la necesidad y los problemas que enfrentan todos los sectores de nuestra sociedad.
Es momento de comenzar a gobernar para todas y todos, y dejar a un lado la soberbia y el divisionismo.
En ese sentido, es primordial establecer una nueva estrategia económica para el país. No puede ser posible que en la antesala de la que será la peor crisis económica que vivirá nuestro país, el gobierno de México insista en sus proyectos personales y derroche millones de recursos en un tren, un aeropuerto y una refinaría que garantizarán el desarrollo del país.
No debemos olvidar que apenas la semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía dio a conocer que la economía de México se desplomó 2.2 por ciento en el primer trimestre de 2020.
Con esa caída, la economía del país ha sumado cuatro trimestres consecutivos con números negativos. Es decir, todo el gobierno de Morena ha sido un rotundo fracaso en materia económica. ¿Dónde quedó la promesa de que el país tendría un crecimiento de 4 por ciento?
Pero eso no es todo, los efectos negativos de la pandemia de coronavirus propiciarán una caída de hasta 8.8 por ciento en la economía mexicana en el presente año y una pérdida de hasta 1.4 millones de empleos, de acuerdo con los pronósticos del Banco de México.
Con esos números la economía nacional se contraerá 4.6 por ciento en 2020, su peor caída desde la crisis mundial de 2009.
Aunado a ello, la Confederación de Cámaras Industriales dio a conocer que se han perdido hasta 600 mil empleos y que cada día se pierden 20 mil trabajos.
El confinamiento para evitar la propagación del Covid-19 también dejó a 12.5 millones de personas sin trabajo e ingreso durante abril, de los cuales 10.3 millones laboraban en la informalidad, los más afectados por la pandemia.
Asimismo, la industria turística pierde 4 mil millones de pesos diarios por consumo, una cifra equivalente al 80 por ciento del presupuesto total de la secretaría de Turismo para este año, debido a la inactividad en el sector.
Desde el PRD le exigimos al gobierno actuar con seriedad, gobernar para todos y dejar de lado sus proyectos. Si no se corrige el rumbo, este país entrará en una profunda crisis, de la que será muy difícil salir.
Por último, hacemos un respetuoso llamado a la sociedad civil organizada, actores políticos, así como a los sectores productivos, a asumir con responsabilidad y en unidad esta nueva convivencia que se inicia en la entidad.
Consideramos que la estrategia diseñada por el gobierno del estado es una medida acertada para seguir protegiendo la economía y conservar las fuentes laborales.
No debemos olvidar que la nueva convivencia no significa que haya pasado el riesgo de contagio del coronavirus, por lo que deben seguirse implementando las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas, lavado de manos frecuentemente, la sana distancia de 1.5 y 2 metros entre persona y persona, no saludar de beso, mano o abrazo, y toser o estornudar con la parte interna del brazo.
Quiero dar a conocer que los municipios gobernados por el PRD han tomado las medidas y los protocolos que han indicado las autoridades estatales frente a la pandemia del COVID-19, y lo seguirán haciendo en la nueva convivencia.
Confiamos que los Ayuntamientos del estado mantendrán la coordinación con el estado y conocer el estatus de sus municipios a través del color de las banderas: la roja cuando haya un máximo riesgo; la amarilla de riesgo alto; la verde de riesgo intermedio, y la blanca de riesgo controlado.
Enfrentemos este inesperado reto en unidad y solidaridad: solo así podremos vencer esta adversidad que se nos está presentando en México y en nuestro estado.